La elusión fiscal involucra la evasión consciente del pago de impuestos por parte del obligado tributario, ya sea una entidad jurídica o una persona física. Esta práctica ilícita es perseguida por la Agencia Tributaria, y los infractores pueden enfrentar sanciones como multas, recargos e intereses de demora.
Cuando el fraude fiscal excede los 600.000 €, se considera un delito fiscal y puede resultar en penas de prisión que van de dos a seis años. Además, las multas pueden alcanzar el doble del séxtuplo de la cuota defraudada, según establece el Código Penal en su artículo 305.
La Administración Tributaria, a través de sus órganos de control, especialmente la Inspección y Subinspección tributaria, se dedica a detectar, prevenir y evitar el fraude fiscal mediante medidas autorizadas por la ley.
Recientemente, se han implementado cambios en las normativas tributarias con la Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, conocida como Ley Antifraude. Esta legislación obliga a las empresas a contar con un software que impida la manipulación o eliminación de datos registrados, así como a evitar dobles contabilidades mediante software de doble uso.
Características esenciales del fraude fiscal:
- Perjudica a la Hacienda Pública, afectando al conjunto de los ciudadanos.
- La conducta del defraudador va en contra de la normativa tributaria.
- El defraudador incumple sus obligaciones tributarias, pudiendo ser por acción u omisión.
Es importante destacar que el fraude fiscal puede llevarse a cabo tanto por acción como por omisión, ya sea proporcionando los medios para cometerlo o ocultando información a la Agencia Tributaria.
Existen dos formas fundamentales de defraudación fiscal:
- Evadiendo el pago de impuestos, realizando acciones para pagar menos de lo debido.
- Disfrutando indebidamente de beneficios fiscales, acogiéndose a devoluciones, reducciones y otros beneficios no correspondientes.
Tipos de fraude fiscal comunes incluyen la manipulación de libros contables para pagar menos impuestos, la falsificación o anulación de facturas para reducir pagos y la utilización de personas físicas o jurídicas para ocultar identidades y evadir impuestos.
Diferencias entre fraude, elusión y evasión fiscal:
- Fraude fiscal: incumplimiento consciente de la normativa tributaria para evadir impuestos.
- Evasión fiscal: ocultación de ingresos o información con el objetivo de pagar menos impuestos.
- Elusión fiscal: realización de acciones al límite de la legalidad, aprovechando vacíos legales para obtener ventajas no previstas en la ley.
En 2020, los técnicos de Hacienda estimaron que se dejaron de ingresar 60.600 millones en impuestos y 31.000 millones en cuotas a la Seguridad Social.
La contribución a la sostenibilidad del Estado a través del pago de impuestos es un principio fundamental de un Estado de derecho. Por lo tanto, la Agencia Tributaria supervisa y controla todas las prácticas que busquen reducir el pago de impuestos.
